VECINOS DEL BARRIO XIX, SITUADO AL NORESTE DE PARÍS, DENUNCIAN EL AUMENTO DE LA VIOLENCIA LIGADO A LOS CONSUMIDORES DE CRACK. LA PROSTITUCIÓN, LOS ROBOS Y LAS REFRIEGAS A ALTAS HORAS DE LA MADRUGADA SON AHORA PARTE DEL DÍA A DÍA DEL VECINDARIO PARISINO.
Erran, con la mirada perdida. La euforia desemboca en ataques de pánico, alucinaciones, delirios persecutorios, paranoia, depresión e insomnio. Pasan de un estado al otro, atrapados en el círculo vicioso de una de las drogas más adictivas y destructivas: el crack. Hombres y mujeres, errantes la mayoría, esclavos de su adicción, deambulan, día y noche, por el distrito XIX de París. Su dependencia, un problema social desatendido, degrada desde hace años la vida del vecindario: escenario de riñas, robos y agresiones varias. Este es terreno de traficantes y drogodependientes ignorados por las autoridades locales.